martes, 11 de marzo de 2008

Efectos secundarios



Era tan feliz que se le empezaron a cubrir las entradas que habían hecho aparición en su frente, y las arrugas que se iban juntando alrededor de sus ojos fueron desdibujándose hasta desaparecer, y los ojos le aumentaron de tamaño y se volvieron más verdes y vivos, y sus labios ganaron grosor y color y las manchas de tabaco y café de sus dientes se borraron, al tiempo que éstos se fueron reordenando en su boca hasta componer una dentadura perfecta, y dejó de toser y de sentir debilidad y se le ensanchó la espalda y se le aplanó la barriga y le surgieron abdominales y desarrolló una musculación en consonancia con la nueva fisonomía que había adquirido su cuerpo y creció cinco centímetros y andaba por la calle flotando, a un palmo del suelo, hasta tal punto que se olvidó que hubo un tiempo en que fue cojo y estuvo ciego, que había vivido en un estado miserable sin compañía de nadie, durmiendo en las calles y comiendo de lo que encontraba en los contenedores, que había estado enfermo y triste y perdido antes de estar enamorado.