miércoles, 10 de agosto de 2011

Lecturas en "Turistario"

Turistario es un blog de la periodista Patricia Gosálvez alojado en El País Semanal. Según la definición de la autora, "Turistario es una colección de curiosidades viajeras donde cabe la recomendación de una azafata, un chiringuito de película o el hotel con el mejor papel higiénico del mundo. Destinos, tendencias, souvenirs, muchas pistas y una sola recomendación en firme: Vayas donde vayas, usa protector solar".

Me he leído todas las entradas de un tirón, porque desde los especiales "Arqueología playera" (las cangrejeras, el balón de Nivea) a los reportajes sobre fiestas populares peculiares, el blog merece la pena.

Sin duda alguna, ha habido una entrada que ha llamado mi atención (y la de los demás internautas, viendo el número de comentarios). Se trata de la "edición especial" de papel higiénico realizada por la marca Renova con motivo de la visita del Papa al Madrid para la Jornada Mundial de la Juventud. Es un paquete de dos rollos, uno amarillo y otro blanco, los colores de la bandera vaticana, con el logo "I love el Papa". La idea de la marca es usar el papel como serpentina al paso del Pontífice para fomentar el "buen rollo". Ved aquí el link porque la entrada y los comentarios no tienen desperdicios.


Porque yo me pregunto... ¿para qué sirve el papel higiénico? Y hacer una edición especial de papel higiénico dedicada al Papa, ¿no es un arma de doble capa?

Gertrude, Alice y Stretched


En su salón parisino, GERTRUDE STEIN está leyendo un libro; el perro STRETCHED dormita a los pies de su ama.

GERTRUDE.- (para sí) Tengo que llamar al callista. Estos juanetes me están matando...

(Se quita los inmensos zapatos que lleva puestos utilizando para ello el talón del pie contrario, sin dejar en ningún momento de leer. Cuando los zapatos caen al suelo, el hedor que desprenden despierta al pobre perro, que aúlla lastimero

STRETCHED.- ¡Auuuuuu, auuuuuuuu! ¡Verlorene Generation!¡Auuuuuuuuuuuu! (huye del salón con el rabo entre las piernas)
GERTRUDE.- Este perro está cada día peor. ¿Qué está farfullando ahora? (cierra el libro y escucha el lamento del perro en la lejanía)
STRETCHED.- (fuera) ¡Auuuuuuuuu! ¡Auuuuuuuu! ¡Verlorene Generation!
GERTRUDE.- ¡Qué Verlorene Generation ni qué niño muerto! Este perro me preocupa. Tanto pelo le está recalentando el cerebro. Verlorene Generation... Habráse visto semejante insensatez. (pausa) Sigamos pues.

Vuelve a abrir el libro y sigue leyendo.

GERTRUDE.- (murmura para sí, sin dejar de leer) Verlorene Generation... (se chupa un dedo y pasa la página). Verlorene Generation...  (Se detiene de repente, como iluminada por el rayo de la inspiración o del furor báquico. Cierra el libro de golpe y toma un cuaderno que tiene en la pequeña mesa auxiliar de art déco que hay a su lado. Escribe) Ver-lo-re-ne  Ge-ne-ra-tion. Eso es. ¡Generación perdida! ¡Pero qué listos son los perros alemanes!

Entra en ese momento ALICE. Lleva un delantal blanco con dibujos de animalitos y florecitas y corazoncitos. En la mano izquierda, una manopla de cocina a juego con el delantal, aunque un poco churruscada. Trae una bandeja con brownies recién hechos.

ALICE.- Cari, acabo de preparar mis brownies especiales, ya tú sabes... ¿Quieres uno? (al acercarse a GERTRUDE, le da un vahído provocado por el olor). ¡Ay, cari! ¡Ya te has vuelto a olvidar del Peusek! ¡Que tienes un olor corporal muy penetrante!
GERTRUDE.- ¡Cállate, que acabo de tener una idea genial, brillante, portentosa, extraordinaria!
ALICE.- ¿De qué se trata? ¿Un nuevo follerín? ¿Un poema? ¿Un poema épico? ¿Una receta de chucrut?
GERTRUDE.- ¡No! ¡Un nombre!
ALICE.- ¿Un nombre? ¡Qué tontería! (se sienta en el sofá, aburrida. Comienza a comerse uno de los brownies)
GERTRUDE.- ¡Soy una visionaria, un faro de la avant-garde! ¡Este nombre traerá cola! ¡Lo sé!
ALICE.- (sin mostrar mucho interés) ¿Y qué nombre es?
GERTRUDE.- (solemne) ¡La generación perdida!
ALICE.- ¿La generación perdida? ¡Pero si eso es lo que dice Stretched cuando al pobrecito lo narcotizas con tus pies!
GERTRUDE.- ¡Déjate de tonterías! El término es de mi autoría, soy su creadora absoluta, no admito discusiones sobre eso.
ALICE.- (sin mucho interés, da otro mordisco al brownie) Como tú digas, cari.
GERTRUDE.- Exacto. Como yo diga.
ALICE.- (sin dejar de comer, pregunta con pocas ganas) ¿Y a qué se supone que se refiere el término, oh autora, oh creadora absoluta?

GERTRUDE se queda en blanco, y presa de la agitación, arrebata la bandeja con los brownies a ALICE y la tira al suelo. Los bollos ruedan por el suelo.

GERTRUDE.- ¡Siempre tan impertinente! ¡Me tienes harta! ¿No te das cuenta de lo ridículas que son tus preguntas? ¡Déjame tranquila! Debo meditar... 

ALICE se termina el brownie sin inmutarse. Cuando lo acaba, se levanta, se tambalea, se vuelve a sentar y se vuelve a levantar.

ALICE.- (drogada) Me... me voy a la cocina. Tengo que abrillantar los peroles de cobre. Cuando se te pase el ataque de divismo, me avisas. 

Sale. GERTRUDE se queda sola. Mira el cuaderno, mira hacia la puerta por la que ha salido ALICE y murmura para sí.

GERTRUDE.- ¿Y qué cuernos será la generación perdida?

Fundido en negro.

lunes, 8 de agosto de 2011

"Anonymous", lo nuevo de Ronald Emmerich


Roland Emmerich es un genio del blockbuster. ¿Que sus películas son previsibles? Puede ser. ¿Que están llenas de clichés y de diálogos olvidables? Lo admito. ¿Que sus películas presentan inconsistencias históricas, científicas y que algunas de sus escenas son irreales e imposibles? No digo que no. Pero si lo que quieres es sentarte delante de la pantalla del cine (porque eso sí, nada de verlas en casa; las películas de Emmerich son espectáculo puro y requieren pantallazas), hincharte de palomitas y disfrutar como un enano, no puedes dejar escapar ninguna de sus obras maestras: Independence Day, Godzilla, El día de mañana, 10.000 a.C. o 2012 son monumentos al exceso, al entretenimiento y al "más difícil todavía".

De vez en cuando, Emmerich se ha atrevido con alguna incusión en el cine histórico, como fue El Patriota (protagonizada por mi odiado Mel Gibson), que precisamente ha sido una de sus películas con mejores críticas aunque no por eso carecía de acción y espectacularidad en sus escenas.

Este año vuelve con otro salto al pasado, y en esta ocasión, muy british. La película, un proyecto congelado de Emmerich desde que leyera el guión a mediados de la década pasada y que ya había sido retrasado por la inoportuna y cursi Shakespeare in love, se centra en una de las mayores polémicas literarias de la historia: ¿existió William Shakespeare? ¿Una sola persona escribió toda su obra? ¿Se trataba de una identidad falsa para ocultar al verdadero autor? El guión, firmado por John Orloff (autor de los guiones de Un corazón invencible y de algunos episodios de Band of brothers) es la obra de una vida, y se ha pasado varias décadas pasando de estudio en estudio hasta que Emmerich se topó con él.

El director alemán se reinventa a sí mismo en una superproducción que antes de su estreno ya está creando polémica y que seguro no nos dejará indiferente. Algo me dice que incluso le caerán algunas nominaciones... ¿Apuestas?