domingo, 3 de enero de 2016

"Cómo defender a un asesino"

I

La serie Cómo defender a un asesino es una entretenida "guess who" que se desarrolla en una facultad de derecho norteamericana. La protagonista, Annalise Keating (interpretada por Viola Davis), es una prestigiosa abogada que también da clases en la universidad. Su asignatura es "Introducción al Derecho Penal", o como ella misma la llama "Cómo defender a un asesino" (aunque en realidad el título original es How to get away with murder, expresión mucho más precisa, que podríamos traducir por "Cómo irse de rositas" -si optamos por una traducción de la idea a nuestro idioma-, pero que como título de serie es un poco naif). Quizás la serie debería haberse llamado en español "Cómo librarse de un asesinato", pues la idea que subyace en cada uno de los casos defendidos por Annalise es que la mayoría de las veces los acusados son culpables, y solo necesitan una buena defensa para salir indemnes.

Semejante planteamiento nada tiene que ver con las series judiciales al uso donde idealistas abogados defienden causas imposibles donde desvalidos ciudadanos son pisoteados por grandes corporaciones o ricos prepotentes con recursos. Al contrario, en Cómo defender a un asesino, los personajes se mueven por un terreno indefinido entre lo correcto y lo incorrecto y ofrecen claroscuros interesantes que los alejan de las tópicas visiones de jóvenes que quieren cambiar el mundo a través del Derecho. Ese es uno de los grandes aciertos de la serie, que permite ver la evolución de cinco estudiantes de primer curso, elegidos por Annalise para trabajar como becarios en su bufete, y que la ayudarán en los casos que se resuelven en cada capítulo. Junto a este recurso episódico, la serie sigue la investigación de un caso más mediático, la muerte de una joven estudiante de la universidad, al tiempo que se intercalan, a modo de flash-forward, los sucesos protagonizados por estos cinco estudiantes la noche de la fiesta más importante del campus, en la que dieron muerte a alguien y deben deshacerse del cadáver. No estoy destripando el argumento: todo esto se ve en los primeros minutos del capítulo piloto; pero es desde luego un gancho irresistible que mantiene el interés a lo largo de toda la temporada.

Ni que decir tiene que por momentos la serie alcanza momentos de difícil credibilidad, pero si se aceptan las premisas de partida y se entra en este mundo de mentiras, falsas pruebas y sospechas, disfrutaremos enormemente, sobre todo por la magnífica actuación de Viola Davis, que además ha sido la primera afroamericana en ganar un Emmy. El premio es merecido, pues la implacable Annalise Keating, que con rotundidad explica a sus alumnos que "en los juicios no se cuenta la verdad, solo tu versión frente a la de los demás. Así funciona el sistema judicial. No importa qué es lo correcto o lo justo, sino quién es más convincente", muestra la cara real, pragmática y cínica, de ese sistema judicial americano que durante años el cine ha idealizado, pero que merece una revisión crítica.