miércoles, 13 de junio de 2018

Finales felices


Después de más de un año (y cuatro cuadernos), terminé el domingo la novela que estaba escribiendo. Se trataba de un antiguo proyecto que dejé inconcluso en 2013 para centrarme en la tesis. El curso pasado (2016-2017) decidí que era hora de ponerme de nuevo con él: un año de descanso después de la tesis era más que suficiente.

Empecé con bastante energía, pero la revolución de agosto (una llamada de teléfono inesperada cambió nuestras vidas para siempre) me dejó un mes y medio sin poder escribir. Lógico, la alegría y la emoción que estábamos viviendo se encontraba por encima de la escritura. Hasta que la recién llegada no comenzó el colegio no pude recuperar la tranquilidad y la concentración necesarias para seguir adelante.

Ha sido un proceso muy intenso y me ha costado mucho trabajo despedirme de la historia y los personajes. Todo el poco tiempo libre que he tenido en estos meses lo he dedicado a esto (de ahí también el silencio del blog), pero ha merecido la pena haber tardado tanto porque nos estaban pasando otras cosas, mucho más importantes, que ocupaban nuestro tiempo.

Algunos finales coinciden con comienzos prometedores.

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