lunes, 31 de enero de 2011

Puzzle


En una fiesta nocturna, ÉL y ELLA han salido al balcón a tomarse la copa de vino. Al fondo, tras la cristalera, la agitación continúa, amortiguada por la distancia.

ÉL.- (deja la copa en la baranda del balcón) Me gustan los puzzles.

ELLA.- ¿Por qué?
ÉL.- Me gusta sentarme frente a las piezas y llegar al orden. Ir poco a poco colocando las piezas y que lentamente surja la imagen. Pasar del caos al más perfecto equilibrio. Me parece maravilloso.
ELLA.- (apurando su vaso de vino) A mí no me gustan los puzzles.
ÉL.- ¿Por qué?
ELLA.- Porque son mentira, no existen. La vida no es así. Las piezas nunca encajan, no cuadra todo a la perfección. Hay huecos que se quedan sin rellenar, los límites no están definidos. No hay un orden establecido donde todo encuentre su lugar. Por eso no me gustan. Porque dan falsas esperanzas.

ELLA recoge su vaso vacío y entra a la fiesta. ÉL se queda en el balcón. Bebe de nuevo y enciende un cigarro.

1 comentario:

Celia dijo...

Interesante diálogo,estoy totalmente de acuerdo con lo que dice la chica,aunque es un poco exagerado pero da una muy buena respuesta.